Juan Cirerol
Haciendo leña
2011
Discos Intolerancia
En serio, no
quería hablar sobre los dimes y diretes de los artistas que componen esta
listucha, sólo quería enfocarme en su trabajo, ya saben con frases estilo: “Los
sonidos que crea fulanito nos envuelven en un atmósfera lúdica de la que es
difícil escapar con los sesos completos”… pero cuando se trata de Juan Cirerol
es difícil no recordar aquel desatinado tuit (por decirlo suavemente, ya que pude haber menores de edad leyendo
esto… ¿A quién trato de engañar? En este momento los mocosos deben estar
jugando al fornais ese), si, aquel en donde se burlaba del temblor del 2017
que aconteció en Chilangolandia, y que después de tratar de remediar la
situación sólo terminó por cagarla más… perdón (¡Alguien quiere pensar en los niños!), sólo terminó por cag***a
más. Esta desafortunada situación acabó por imponerle una pausa a la prolífica
carrera del músico mexicalense, que para ese entonces ya llevaba unos 10 discos
editados más o menos (la neta no estoy
seguro, pero creo que ustedes son perfectamente capaces de buscar en Wikipedia
el dato exacto, digo, no todo lo puedo hacer yo, échenme tantito la mano,
todavía tengo que leer un par de cómics y esa carta dirigida a Todd Phillips
para preguntarle qué escenas de llóquer son alucinaciones no se escribirá sola).
Hay rumores de que ya está preparando su regreso a los estudios de grabación,
lo cual, la neta me alegra de sobremanera, ya que el vato se discute con las
letras, que acompañadas con las guitarras que combinan ritmos entre el country
y el corrido, hacen que los roqueros y los gruperos, los chairos y los fifís,
los Team Cap y los Team Iron Man puedan
disfrutar sus canciones por igual sin sentirse culpables por ello. No sé qué se
meta Juan Cirerol al momento de componer (bueno,
tengo una idea, no porque sea chismoso, sino que en sus canciones nos da un
montón de pistas), pero este álbum tiene la dosis perfecta (no, no esa “dosis perfecta” de Panteón
Rococó, que por cierto ninguno de sus discos está en esta lista... digo, por si
tenían el pendiente) de romance, drogas, desamor e introspección para
mantenerte al oyente atento y cautivo durante los 12 tracks que lo conforman. No
voy a reseñar cada una de las rolas (que
weba escribir tanto… además no lo leerían, pa’ qué nos hacemos) pero si son
de esos que no suelen darse el tiempo de escuchar un disco de principio a fin (¡Dónde está su honor, basuras!), y quieren
darse una idea de qué va este disco, pueden buscar en su espotifay
“Mentanfeta”, “Eres tan cruel” y “No necesito fuego” para adentrarse al
cirerolverse, en donde Johnny Cash usa sombrero, anda en Cheyene y bebe cerveza
artesansal (y si, también se droga igual
que el Johnny de nuestro universo).
-Carlos El Bien Pensante
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